Inteligencia emocional

Inteligencias hay muchas, hasta hace muy poco sólo se consideraba importante la académica, es decir, la relacionada con obtener buenas notas en los centros educativos, ésta ha sido la forma de valorar positivamente a las personas hasta que «alguien» se ha dado cuenta de que en la mayoría de casos, esta forma de puntuar no correlaciona con el éxito profesional o social posterior.

Sobre la Inteligencia emocional se ha escrito mucho, casi tanto como sobre la Autoestima, y ​​posiblemente las personas nos confundamos todavía a la hora de entender estos dos conceptos. En la primera me gusta definirla como la capacidad para tomar decisiones que nos favorecen, nos ayudan a estar bien con nosotros mismos y con las personas que nos rodean. Parece simple pero en realidad es muy complicado porque para empezar, debemos conocernos muy bien, dejando de lado los falsos personajes que pensamos que somos y por tanto, las falsas necesidades.

Para llegar a este estado de armonía y coherencia con nosotros mismos debe saber identificar nuestras emociones, lidiar con ellas y ser muy (auto)empáticos para poder (auto)aceptarnos.

La importancia de las emociones y su gestión es cada vez más manifiesta, no sólo a nivel personal sino también en el ámbito profesional.

¿Y tú? ¿Crees que eres inteligente?

© Marta Bertran todos los derechos reservados - Indianwebs