Amor, desamor y Ego.

Es frecuente pensar que el amor nos da carta verde para actuar siempre en su nombre, cuando estamos dentro de una relación que produce sufrimiento, a uno o a los dos miembros de la pareja, acostumbramos a alargarla en nombre del amor. El motivo “porque le quiero” se utiliza demasiadas veces para justificar situaciones insostenibles y en algunos casos, denigrantes. Nunca hagamos suficiente caso a que el amor, en sí mismo, no debe hacer sufrir.

Tampoco es recomendable dejar una relación en el primer momento que nos genera un conflicto, debemos descubrir qué parte de este sufrimiento es nuestro y resolverlo, nos ayudará a conocernos y crecer, pero al mismo tiempo, debemos estar alertas a algunas señales que nos avisan de que lo que estamos viviendo no es sano y que es mejor despedirnos del otro antes de que sea demasiado tarde.

A pesar de las señales sean claras, ¿cómo escapar de lo que sentimos? ¿de las emociones que nos atan al otro? de lo que nos atrae de él/ella? A veces debemos olvidar lo que sentimos y recordar lo que nos merecemos.

¿Y qué ocurre cuando lo que toma la decisión de finalizar la relación es el otro? llegados a este punto, es necesario que os hable del concepto Ego, podríamos resumirlo como una especie de orgullo pero no es exactamente eso. La filosofía Mindfulness nos lo describe como la parte de nosotros que se basa en el cuerpo humano, está construido sobre nuestro pasado y sobre lo que todavía está por venir, lejos del presente, lleno de prejuicios, basado pues en suposiciones y creencias en la mayor parte equivocadas, fruto de nuestra educación, cultura, religión, crecimiento, etc… y que nos producen sufrimiento de forma generalizada.

A menudo, lo que nos hace sufrir de una ruptura amorosa, no es la ruptura en sí, sino más bien es lo que pensamos sobre lo que estamos viviendo, lo que pensamos sobre el hecho de que alguien nos deje de amar o ya no quiera compartir su vida con nosotros. Esta reflexión fue ampliamente estudiada por el psicólogo Albert Ellis, padre de la Terapia Racional Emotiva Conductual, él también atribuía a Ego algunos pensamientos que por norma general nos hacen sufrir si no se cumplen. Un ejemplo de estas creencias irracionales es considerar que “Todas las personas que amamos nos deben amar, o que las personas, en general, nos deben tratar bien siempre”.

Cambiamos estas creencias, así como el pensamiento que derivan de ellas y posiblemente podamos moldear las emociones y escapar de algunas determinaciones y dependencias amorosas

Perder a alguien que amas genera tristeza, pena y posiblemente dolor, pero si lo que sientes es rabia, ira, desesperación o ansiedad, quizás no es el amor lo que habla por ti, sino tu Ego.

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